Si.. quiero decir, puede que haya un día que te levantes con el pie izquierdo, que no salgas a comerte el mundo, sino que dejas que el mundo te coma a tí, que en el momento que menos te lo esperas tienes alguna complicación nueva de un lugar que ni si quiera ves, que el día amanezca gris, lluvioso, cerrado, y te encuentres sola.. que te des cuenta que tus ánimos han sido esos que te han abandonado, que no tienes ni la autoestima suficiente de mirarte al espejo y verte lista para salir de casa. Todo lo contrario, es como si tu forma de ver las cosas se dividiera en dos , una donde se encuentra la parte positiva, y la hotra, la negativa.
Como decía hoy es uno de esos días que tienes una cortina que tapa todo lo bueno, que haces lo posible para quitártela de encima pero es más fuerte que tú, y hagas lo que hagas, pidas la ayuda que pidas, ninguna ayuda basta para quitarla.. que intentas buscar motivos y no los logras encontrar, que lo único que quieres es dormirte y no volverte ha levantar antes de que esa cortina haya desaparecido.
Y de repente poco a poco, van asomándose los problemas, van todos de la mano, y no quieren soltarse, es como si fuera una revelación contra tí, que quedas tan débil que la acabas perdiendo y tú sola, te ahogas en un pequeño vaso de agua que está lleno desde tu punto de vista, del que no puedes salir ya que.. si eso es lo que piensas, nada ni nadie puede hacer cambiar esa idea.. por eso, la única solución que veo en claro, es el tiempo. Que mañana me levante y la cortina no haya existido nunca.
De momento , sigo perdiéndome en algo que ni siquiera logro encontrar, ni consigo alcanzarlo ni consigo llegar.
Que te diré un secreto: quien la sigue, no la consigue. Sin embargo, si lo intentas, lo que consigues es nada que querer no es poder, y cuando puedes, ya no quieres.
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